domingo, 11 de septiembre de 2011

20110905 - 20110908

     Es muy fácil quejarse y quejarse cuando ni siquiera tenemos información completa sobre las cosas. Es muy fácil quejarse y quejarse cuando nosotros mismos nos cerramos a los problemas, no queremos ni afrontarlos ni siquiera verlos. Vivimos en una sociedad donde nuestro más importante aliado es el conocimiento. Vivimos en una sociedad que tiene que unirse para lograr cambios, cambios que se dan con decisiones inteligentes, decisiones que vienen del análisis profundo de las situaciones que nos rodean, del análisis de nuestro ambiente.

     La pregunta fundamental es cómo podemos ser no solamente ciudadanos, sino ciudadanos responsables. Saber qué implica esa palabra: ciudadanía. Saber que más que una palabra es una perspectiva, es una actitud, es una constante lucha por nuestro bienestar y el de quien nos rodea. Tomar esa responsabilidad por nuestro hogar, la casa de todos, nuestra comunidad. Comprender que debemos ser una legión que aprenda, se informe, mejore y actúe.

     La creación de asociaciones es importante y existen muchos grupos que ponen su grano de arena para mejorar su entorno. Asociaciones en que sus miembros se han dejado tocar por la realidad, se han quitado el caso que les protegía de ver la cruda situación en que nos encontramos. Todos debemos abrir los ojos realmente y comprender que no existe el "no puedo". El no querer hacer las cosas es la única cosa que nos impide buscar el mejoramiento de nuestro entorno, porque siempre hay una posibilidad, una oportunidad por pequeña que sea, mediante la cual trabajar por nuestra sociedad.

     Es muy fácil cruzarse de brazos. Es muy fácil despotricar sin realmente alzar la voz, callar cuando se tiene que exigir, que proponer, que luchar. La senda de la responsabilidad social no es fácil, pero si las cosas fueran fáciles cualquiera las haría. El cambio puede ser atemorizante pero toma que una persona comience con él para que dos más lo hagan, y luego cuatro, y luego ocho. Si los problemas y círculos viciosos de nuestro mundo son como la Hidra, ¿por qué no aumentar de manera exponencial también nuestras actitudes positivas? ¿por qué no intentar lograr esparcir e impregnar a toda la sociedad de una nueva mentalidad? Grano por grano, gota a gota, hemos de transformar nuestra realidad. Paso a paso hemos de caminar hacia ese lugar, donde por nuestras acciones y actitudes vivimos en paz y tranquilidad.