sábado, 22 de octubre de 2011

Invictus

Out of the night that covers me,
Black as the pit from pole to pole,
I thank whatever gods may be
For my unconquerable soul.

In the fell clutch of circumstance
I have not winced nor cried aloud.
Under the bludgeonings of chance
My head is bloody, but unbowed.

Beyond this place of wrath and tears
Looms but the Horror of the shade,
And yet the menace of the years
Finds and shall find me unafraid.

It matters not how strait the gate,
How charged with punishment the scroll,
I am the master of my fate:
I am the captain of my soul.

William Ernest Henley

     En la vida hay personas que nunca se rinden, nunca se dan por vencidas. Esas personas traen con ellas mismas un mensaje muy importante, uno de evolución y ampliación de la conciencia colectiva. Una enseñanza así es una que todos deberíamos aprender. Cómo mantenernos fuertes a pesar de cualquier complicación que pueda existir. Mantenernos objetivos a pesar de nuestros sentimientos y no sólo eso sino canalizar esos sentimientos para beneficio propio y de la sociedad.

     En el mundo en que vivimos, uno que se ha convertido en un mundo light, es importante mantener nuestros ideales y saber enfocarnos en el continuo mejoramiento social. No podemos dejarnos llevar por las salidas fáciles y rápidas. No podemos doblegarnos ante la adversidad que acongoja a la Tierra. Siempre hay que tener esperanza y fortaleza, paciencia y mesura, energía y perseverancia.

     Nuestra mentalidad debe evolucionar. Tenemos que ser críticos. Tenemos que analizar y sopesar todas las situaciones en las que podemos encontrarnos para poder ver cuál es el mejor método de acción, el camino correcto a seguir. No podemos dejarnos llevar por nuestras más bajas pasiones pero sí controlarlas y utilizarlas siempre buscando el bien mayor.